jueves, 20 de febrero de 2014

De Noticias obituarias


...Un asiático muerto fue hallado, recientemente, en una zanja en el condado de Nevada. Su cabeza, como la del sapo, tenía una preciosa joya encajada en sí, como del tamaño de una sandía ordinaria, y una clara mayoría de sus dedos de las manos, los pies y las facciones había recibido entierro cristiano, en los estómagos de diversos cerdos contiguos con comisiones errabundas. Como él parecía no deseoso de declarar quién era, o cómo había obtenido su merecido, fue repuesto con ternura en su zanja última, y sus descubridores procedieron ociosamente por el forense. Al arribo de ese funcionario público algunos días más tarde, se descubrió una pila de huesos bien limpiados con este epitafio conmovedor, inscrito con lápiz de plomo en un segmento del cráneo:
Tu vida no puede ser la masticada de un patán chino, ejecutado por mí por ofensas políticas, y comido por mis cerdos hambrientos, que no tenían nada delante, desde que el jefe de la cárcel se robó mi maízBill Roper, y de tal es el reino que viene".1

1Ofrezco traducción aproximada (casi inventada) debido al slang enigmático del original. Si algún anglófono se dignara a contribuir a la exactitud de la traducción... (N. del T.)  

Título original: Sin título, publicado por primera vez en The Fiend's Delight, 1873, con la firma: "Dod Grile".
Imagen: Worachai Yosthamrong, Still life with skull near old book and yellow candle, XXI.

martes, 11 de febrero de 2014

De Noticias obituarias


...¡Yo Hop está muerto! Fue visto vivo por última vez hacia las tres de la mañana ayer, por un labrador blanco que estaba volviendo a casa, después de una alargada orgía en una posada de Barbary Coast, y en ese tiempo parecía estar en indiscutible posesión de todas sus facultades, el remanente de su propiedad personal habiendo sido transferido al labrador blanco antedicho. En el momento aludido, el sr. Hop estaba en el acto de lanzar sus brazos arriba, como para guardarse de algún peligro inminente en las manos del único espectador. Un instante más tarde experimentó una de esas muertes súbitas, que han hecho esta ciudad popular-famosa y quirúrgico-interesante.
El llorado tenía cuarenta años de edad, cuánto tiempo más podría haber vivido en su propio país, es imposible de determinar, pero es de señalar que el clima de California es muy fatigoso para las personas de su organismo peculiar. El cuerpo fue tomado a cargo con amabilidad por un residente del vecindario, y ahora yace de cuerpo presente en su patio trasero, donde está siendo preparado con cuidado para el entierro por esos hábiles sabuesos de los sres. Lassirator, Mangler y Chure, cuyos nombres son una garantía suficiente, de que los ritos fúnebres van a ser realizados de una manera adecuada a la ocasión solemne.
Extendemos a la viuda desolada nuestra sincera simpatía en las tarifas regulares. La causa del deceso del sr. Hop es desconocida. Es no importante.

Título original: Sin título, publicado por primera vez en The Fiend's Delight, 1873, con la firma: "Dod Grile".
Imagen: Worachai Yosthamrong, Still life with skull near old book and yellow candle, XXI.

sábado, 8 de febrero de 2014

De Noticias obituarias


...Durante la semana que recién rodó a la eternidad, nuestra ciudad se ha sumido en el dolor más profundo. Ese, quien hace todas las cosas bien, aunque bajo nuestro débil entendimiento humano, sus actos pueden verse a veces con sabor a injusticia, ha visto adecuado remover de entre nosotros a uno, cuyo genio y vida inculpable, lo habían hecho querido para amigo y enemigo por igual.
Al decir que el sr. Jowler fue un perro de habilidades preeminentes y virtudes excepcionales, sólo hacemos eco vagamente del veredicto de un universo desolado. Dotado de un intelecto gigantesco y un corazón cálido, modesto en su conducta, genial en su intercurso con amigos y conocidos, e indulgente con los extraños (con quienes siempre mantuvo las relaciones más cordiales, no dañado por la grosa familiaridad, demasiado común entre los perros de razas inferiores), inofensivo en su caminata diaria y conversación, el difunto era universalmente respetado, y su pérdida va a ser incluso más generalmente deplorada.
Sería una obra de supererogación, el dar un résumé de la carrera pública de uno tan bien conocido, de uno cuyo nombre se ha vuelto una palabra casera. En la vida privada su carácter era igualmente estimable. Tuvo siempre un meneo de incentivo para el joven, el mal-favorecido, el apaleado y el sarnoso. Aunque su espíritu gentil ha fallecido, ha dejado con nosotros el registro de sus virtudes como un ejemplo brillante para todos los cachorros, y el escritor se complace en admitir eso tan lejos, como en éste yace que él mismo se ha esforzado por sacar provecho de eso.

Título original: Sin título, publicado por primera vez en The Fiend's Delight, 1873, con la firma: "Dod Grile".
Imagen: Memo-adv, Dog Skull, XXI.

viernes, 7 de febrero de 2014

De Noticias obituarias


...El sr. Bildad Gorcas, cuya muerte ha lanzado una manta mojada de tristeza sobre nuestra comunidad, era un hombre en comparación desconocido, pero su vida brinda una lección instructiva para los hígados veloces. El sr. Gorcas nunca en su vida probó bebidas ardientes, comió carnes especiadas o estuvo sentado más tarde de las nueve de la noche. Se levantaba en verano e invierno a las dos a.m., y se pasaba una hora y tres cuartos inmerso en agua helada. Por los últimos veinte años ha caminado quince millas diarias antes del desayuno, y luego ido sin desayuno. Durante sus horas de vigilia nunca estuvo un momento ocioso, cuando no en el trabajo duro, estaba tratando de pensar. Hasta el tiempo de su muerte, que ocurrió el domingo pasado, nunca había hablado a un doctor, nunca tuvo ocasión de maldecir a un dentista, tenía una lujosa mata de cabello veteado, y no había una arruga en alguna parte de su cuerpo. Si no hubiera sido cortado al caer a través de una sierra circular, a la temprana edad de treintidós años, no se sabe cuánto tiempo podría haber capeado eso.
Una vida como la suya es un ejemplo tan brillante y radiante, que casi sentimos haya muerto.

Título original: Sin título, publicado por primera vez en The Fiend's Delight, 1873, con la firma: "Dod Grile".
Imagen: Pieter Claesz, Still Life with a Skull and a Writing Quill, 1628.

martes, 4 de febrero de 2014

De Noticias obituarias


...Estamos compelidos de modo reluctante a relatar la muerte intemporal de la sra. Margaret Ann Picklefinch, que ocurrió hacia la una de la mañana ayer. Las circunstancias que acompañaron al evento melancólico fueron éstas:
Justo antes de la hora nombrada su marido, el bien conocido temperado disertador, y menos conocido en general temperado escuchador, llegó a la casa de una aplazada reunión de la Legión del agua fría, y se retiró muy borracho. Su estimable dama se paró y le tironeó las botas, a lo usual. Él se metió en la cama y ella se acostó a su lado. Ella emitió un afable preliminar juramento de ternura, y súbitamente dejó de hablar. Debe haber sido hacia esa hora que murió. Con la luz del día él la invitó a pararse y hacer el fuego. No detectando movimiento en su cuerpo reforzó la disciplina familiar. El sonido duro peculiar de su esposa golpeando el suelo, primero despertó sus sospechas del despojo que había sufrido, y al levantarse más tarde en el día encontró sus primeros temores realizados, la dama había desistido del reclamo de su protección ulterior.
Extendemos al sr. P. nuestra sincera simpatía, en la grandiosa calamidad que le puede suceder a un hombre inmatrimonial. El inconsolable sobreviviente tocó en nuestra oficina la tarde pasada, conversó con sentimiento por algunos momentos sobre las virtudes de la querida partida, y se fue con el aire de un perro que ha tenido su cola abreviada, y está forzado a empezar una vida nueva. Verdaderamente, los decretos de la Providencia a veces parecen absurdos.

Título original: Sin título, publicado por primera vez en The Fiend's Delight, 1873, con la firma: "Dod Grile".
Imagen: Claude Monet, Nature morte: le quartier de viande, XIX.

domingo, 2 de febrero de 2014

De Noticias obituarias


...Es con un sentimiento de pesar profesional, que registramos la muerte del sr. Jacob Pigwidgeon. El difunto fue uno de nuestros más tempranos pioneros, quien llegó a este Estado mucho antes de que fuera necesitado. Su edad es un asunto de mera conjetura; probablemente, era menos avanzado en años de lo que Matusalén habría sido, si hubiera practicado una temperancia razonable en el comer y beber. El sr. Pigwidgeon fue un caballero de piedad sincera pero modesta, profundamente respetado por todos quienes se imaginaban a sí mismos como él. Probablemente, ningún hombre de su día ejerció tan peculiar influencia en la sociedad. Siempre el primero en toda buena obra, fuera de la cual no hubiera cualquier cosa para hacer, dispensador sin escatimar de todas las especies de caridad, que pagaran una comisión al desembolsante, el sr. Pigwidgeon fue un modelo de generosidad, pero prodigaba sus favores con tal modestia, que su mano izquierda sabía raramente qué bolsillo estaba aliviando su mano derecha. Durante los problemas del 56, fue cercanamente identificado con el Comité de vigilancia, siendo instruido por ese cuerpo con la importante misión de ir a Nevada, y permanecer allí. En 1863 fue elegido miembro honorario de la Sociedad para la prevención de humanidad hacia los chinos, y no hay la menor duda de que él podría haber sido cualquier cosa, tan activa fue la estima con la cual inspiró a esos, por quienes era deseado que debiera votar.
Originalmente nacido en Massachusetts, pero por veintiún años un nativo de California y parcialmente calvo, poseyendo una natura cosmopolita que amaba un chelín inglés así mismo, en proporción a su valor, como un dólar mexicano, el sujeto de nuestra memoria era uno a quien era un honor conocer, y cuya amistad cercana era un lujo que sólo el afluente se podía permitir. Va a ser incluso la jactancia más orgullosa del escritor, que él la disfrutó a menos de la mitad de las tarifas usuales.
Las circunstancias que acompañaron su despegue fueron las más lamentables. Él había estado por algún tiempo muy deprimido de espíritu, de un tipo y del otro, y en la mañana del pasado miércoles se observó que echaba espuma por la boca. No se prestó atención a eso, creyendo su familia que era un síntoma de la hidrofobia, con la cual había sido afligido desde la cuna. Súbitamente, un extraño de ojos oscuros entró a la casa, tomó el cuello del paciente entre su pulgar e índice, se arrojó el cuerpo a través de su hombro, guiñó de modo respetuoso a la viuda desolada, y se retiró por la vía del sótano de la cocina. ¡Adiós, alma pura!, nos vamos a reunir de nuevo.

Título original: Sin título, publicado por primera vez en The Fiend's Delight, 1873, con la firma: "Dod Grile".
Imagen: Guido Mocafico, Vanités, 2007.

sábado, 1 de febrero de 2014

De Diarios corrientes


...El sr. J.L. Dummle, uno de nuestros ciudadanos más respetados, salió de su casa para ir, como dijo, a su oficina. No había nada inusual en su conducta, y él parecía estar con su acostumbrada salud y espíritu. No es sabido que hubiera algo en sus affairs financiero o doméstico, que hiciera la vida disgustosa para él. Una media hora después de separarse de su familia, fue visto conversando con un amigo en la esquina de las calles Kearny y Sutter, de cuyo punto parece haber ido directamente a la calle Vallejo del muelle. Fue visto allí por el capitán del vapor New World, parado en la punta extrema del muelle, pero la circunstancia no despertó ninguna sospecha en la mente del capitán, de quien era bien conocido. En ese momento algún negocio trivial desvió la atención del capitán, y él no vio más al sr. Dummle, pero se ha averiguado que el último procedió directamente a la casa, donde ahora puede ser visto por cualquier deseoso de obtener más particulares, del evento melancólico aquí narrado.
El sr. Dummle habla de éste con perfecta franqueza y compostura.

Título original: Sin título, publicado por primera vez en The Fiend's Delight, 1873, con la firma: "Dod Grile".
Imagen: Jean Béraud, Leaving Montmartre Cemetery (detail), 1876.